Søren Aabye Kierkegaard (Copenhague), 5 de mayo de 1813 –11 de noviembre de 1855. Filósofo danés del siglo XIX. Padre del Existencialismo. Algunas obras: "Sobre el concepto de ironía en constante referencia a Sócrates" (1841), "O lo uno o lo otro", Dos discursos edificantes (1843), "Temor y temblor" (1843), "Repetición" (1843), "Cuatro discursos edificantes" (1843), "Tres discursos edificantes" (1844), "Migajas filosóficas" (1844), "El diario de un seductor" (1844), ...
- La vida solo puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero ha de ser vivida mirando hacia adelante.
- La puerta de la felicidad se abre hacia dentro, hay que retirarse un poco para abrirla: si uno la empuja, la cierra cada vez más.
- El tirano muere y su reino termina; el mártir muere y su reino comienza.
- El yo no es algo que es, sino algo que será; es una tarea.
- Me dicen que estoy enamorado de mí mismo. Y es así realmente, porque estoy enamorado de ti; amándote, tengo que amar todo lo que te pertenece, y, por lo tanto, debo amarme a mí mismo.
- En todo gozo es condición indispensable saberse dominar.
De "Diario de un seductor":
"Ella era delgada y altiva, misteriosa y plena de pensamientos, cual un abeto, cual un vástago, cual una idea que desde lo más hondo de la tierra se eleva al cielo. Misteriosa, pero misteriosa por sí misma, era un todo sin partes. El haya se va ensanchando, se alarga encima del tronco, en corona, y sus innumerables hojas agitadas por el viento van contando lo que ha ocurrido debajo suyo: el abeto no tiene corona, carece de cuernos, es el árbol misterioso. Así era ella también. Era ella misma, oculta en sí misma. Se elevaba hacia las alturas, liberándose de sí misma, llena de sosegada altivez, con el impulso del abeto, que, no obstante, está atado a la tierra".
Kierkegaard.