Arthur Schopenhauer. Danzig, 22 de febrero de 1788 - 21 de septiembre de 1860 (Fráncfort del Meno, Reino de Prusia), Filósofo alemán. "Pensar hasta el final", era su lema, apostando por la herencia de Platón o Spinoza. Era un apasionado de la lengua española y disponía de más de treinta volúmenes en esa lengua, que después de aprender el idioma, presumía de leer a Calderón. Algunas obras: "Sobre la cuádruple raíz del principio de razón suficiente" (1813), "Sobre la visión y los colores" (1816), "El mundo como voluntad y representación" (1819), "Sobre la voluntad en la naturaleza" (1836), "Los dos problemas fundamentales de la ética" (1841), ...
- El cambio es la única cosa inmutable.
- Toda verdad atraviesa tres fases: primero, es ridiculizada; segundo, recibe violenta oposición; tercero, es aceptada como algo evidente.
- Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de la oscuridad para brillar.
- No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige.
- La vida y los sueños son páginas de un mismo libro; leerlo en orden es vivir, ojearlo es soñar.
- La felicidad es solamente la ausencia de dolor.
- La vida es solo la muerte aplazada.
- Cada partida es una anticipación de la muerte y cada encuentro una anticipación de la resurrección.
- El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros los que las jugamos.
Del libro primero en "El mundo como representación":
"Los sueños individuales están separados de la vida real porque no se hallan engranados en la conexión de la experiencia que recorre constantemente el curso de la vida, y el despertar señala esa diferencia; no obstante, aquella conexión de la experiencia pertenece ya a la vida real como forma suya, mientras que el sueño ha de mostrar también una coherencia en sí mismo. Si juzgamos desde un punto de vista externo a ambos, no encontramos en su esencia ninguna diferencia definitiva y nos vemos obligados a dar la razón a los poetas en que la vida es un largo sueño".
Shopenhauer.