Confucio. (Maestro Kong). 551 a. C. - 479 a. C. Maestro pensador chino, durante el mandato de la dinastía Zhou. Fue funcionario en el estado de Lu. Confucio "Kǒngzǐ" (maestro Kong). Sus escritos: "Los cinco clásicos", con sus dostrinas. "Las Analectas" (discusiones sobre las palabras), surgen charlas del maestro a sus discípulos y discusiones ente ellos. Se le atribuyen "Los cinco clásicos", encontrados tras su muerte, compuesto por cinco antiguos libros chinos, de antes de la Dinastía Qin. Aún hoy en día siguen teniendo gran influencia sobre todo en China, pero también en otros países asiáticos.
- Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.
- Una casa será fuerte e indestructible, cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente y hermano complaciente.
- ¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.
- Los vicios vienen como pasajeros, nos visitan como huéspedes y se quedan como amos.
- Por muy lejos que el espíritu vaya, nunca irá más lejos que el corazón.
- Me lo contaron y lo olvidé; lo vi y lo entendí; lo hice y lo aprendí.
- Quien volviendo a hacer el camino viejo aprende el nuevo, puede considerarse un maestro.
- Cuando el sabio señala a la luna, el necio mira al dedo.
- El hombre que ha cometido un error y no lo corrige, comete otro error mayor.
- Una voz fuerte no puede competir con una voz clara, aunque esta sea un simple murmullo.
- Aprender sin pensar, es inútil. Pensar sin aprender, peligroso.
- La ignorancia es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas.
- No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino.
- El sabio sabe que ignora.
- El mal no está en tener faltas, sino en no tratar de enmendarlas.
- La sabiduría se preocupa de ser lenta en sus discursos y diligente en sus acciones.
- Los cautos rara vez se equivocan.
- Entristécete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres.
- Los defectos de un hombre se adecuan siempre a su tipo de mente. Observa sus defectos y conocerás sus virtudes.
- Nunca hagas apuestas. Si sabes que has de ganar, eres un pícaro; y si no lo sabes, eres tonto.
- Antes de empezar un viaje de venganza, cava dos tumbas.
- Los hombres se distinguen menos por sus cualidades naturales, que por la cultura que ellos mismos se proporcionan. Los únicos que no cambian, son los sabios de primer orden y los completamente idiotas.
- Mejor que el hombre que sabe lo que es justo, es el hombre que ama lo que es justo.
- No importa lo lento que vayas mientras no te detengas.
- Cuando el objetivo te parezca difícil, no cambies de objetivo, busca un nuevo camino para llegar a él.
- El agua es la cosa más suave y aún así puede penetrar montañas. Esto muestra claramente el principio de que la suavidad supera la dureza.
- El que domina su cólera, domina a su peor a enemigo.
- El hombre que mueve una montaña, empieza apartando los guijarros
Del Primer Libro clásico de "Los cinco":
"Es preciso conocer el fin hacia el que debemos dirigir nuestras acciones. En cuanto conozcamos la esencia de todas las cosas, habremos alcanzado el estado de perfección que nos habíamos propuesto.
Desde el hombre más noble al más humilde todos tienen el deber de mejorar y corregir su propio ser.
¿No sería más eficaz lograr que fueran innecesarios los juicios? ¿No resultaría más provechoso dirigir nuestros esfuerzos a la eliminación de las inclinaciones perversas de los hombres?"
Confucio