Epicuro (Samos). 341 a. C. - 270 a. C. (Atenas). Filósofo griego, fundador de epicurismo. Buscó el placer con prudencia. Contrario a la creencia del destino y se decantó por el azar. Su filosofía consta entre otras cosas de tres patas: La Gnoseología, en busca de la distinción por medio de su ciencia entre verdad y mentira. La Física, que trata de la naturaleza, y la Ética, como madre de las otras partes. Se conservan tres cartas manuscritas: "Carta a Heródoto", "Carta a Pitocles" y "Carta a Meneceo", además de sentencias...
- Llegará un momento en que creas que todo ha terminado. Ese será el principio.
- La muerte, temida como el más horrible de los males, no es en realidad nada, pues mientras nosotros somos, la muerte no es, y cuando esta llega, nosotros no somos.
- No eches a perder lo que tienes, deseando lo que no tienes; recuerda que lo que tienes ahora fueron una vez cosas que solo deseabas.
- Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco.
- La justicia es la venganza del hombre social, como la venganza es la justicia del hombre salvaje.
- El que menos necesita del mañana, más avanza hacia él.
- Todo el mundo se va de la vida como si acabara de nacer.
- Así como el sabio no escoge los alimentos más abundantes, sino los más sabrosos, tampoco ambiciona la vida más prolongada, sino la más intensa.
- ¿Dioses? Tal vez los haya. Ni lo afirmo ni lo niego, porque no lo sé ni tengo medios para saberlo. Pero sé, porque esto me lo enseña diariamente la vida, que si existen, ni se ocupan ni se preocupan de nosotros.
De "Epístola de Epicuro a Meneceo":
(Epicuro saluda a Meneceo):
"Ni por ser joven domore uno interesarse por la verdad ni por empezar a envejecer deje de interesarse por la verdad. Pues no hay nadie que no haya alcanzado ni a quién se le haya pasado el momento para la salud del alma. Y quien asegura o que todavía no le ha llegado o que ya se le ha pasado el momento de la felicidad. De modo que debe interesarse por la verdad tanto el joven como el viejo, aquel para al mismo tiempo que se hace viejo rejuvenecerse en dicha por la satisfacción de su comportamiento pasado, y este para al mismo tiempo que es viejo ser joven por su impapidez ante el futuro. Así, pues, es menester practicar la ciencia que trae la felicidad si es que, presente esta, tenemos todo mientras, si está ausente, hacemos todo por tenerla".
Epicuro.