Película dramática. Italia (1988). Óscar a la mejor película de habla no inglesa. Producción: Franco Cristaldi y Giovanna Romagnoli (Ariane Films). Música: Ennio Morricone y Andrea Morricone. Guion y dirección: Giuseppe Tomatore. Reparto: Antonella Attili (Maria Di Vita, de joven), Enzo Cannavale (Ciccio Spaccafico), Isa Danieli (Anna), Leo Gullotta (Ujier), Marco Leonardi (Salvatore Di Vita "Totó", adolescente), Pupella Maggio (Maria Di Vita, de mayor), Agnese Nano (Elena Mendola), Leopoldo Trieste (Padre Adelfio), Salvatore Cascio (Salvatore Di Vita "Totó", de niño), Tano Cimarosa (Herrero), Roberta Lena (Lia), Nino Terzo (El padre de Peppino), Philippe Noiret (Alfredo), …
- La vida no es como la has visto en el cine, la vida es más difícil. ¡Márchate! ¡Regresa a Roma! Eres joven. El mundo es tuyo, yo ya soy viejo, no quiero oírte más, solo quiero oír hablar de ti.
- Totó: yo elijo a mis amigos por su aspecto y a mis enemigos por su inteligencia, y tú, eres demasiado listo para ser mi amigo.
- Tarde o temprano llega un momento en que hablar o estar callado es lo mismo. Por eso permanezco callado.
- Aquí eres como un esclavo. Siempre trabajas como un burro, incluso en fiestas... La Pascua, Navidad... Solo estás libre el Viernes Santo, y te aseguro que si a Jesucristo no le hubieran crucificado, también se trabajaría en Viernes Santo.
- Este pueblo está maldito. Vete, vete y no vuelvas nunca. Y si algún día te da la nostalgia y regresas, no me busques. No toques a mi puerta, porque no te abriré. Busca algo que te guste, y hagas lo que hagas, ámalo, como amabas la cabina del Cinema Paradiso cuando niño.
- Ahora que he perdido la vista veo mejor.
- El progreso llega demasiado tarde.
- Una vez un rey dio una fiesta y, allí estaban las princesas más hermosas del reino. Un soldado que custodiaba, vio pasar a la hija del rey. Era la más bella de todas y enseguida se anamoró. Pero un pobre soldado comparado con la hija del rey... Aunque finalmente, un día se las arregló para conocerla y decirle que no podría vivir sin ella.. La princesa quedó tan impresionada por aquel sentimiento, que le dijo al soldado: "Si consigues esperar cien días y cien noches bajo mi balcón, seré tuya". Inmediatamente, el soldado, dispuesto, esperó un día, dos días, diez, veinte... Cada noche, la princesa controlaba desde la ventana que no se movía. Con lluvia, viento, nieve... siempre estaba allí. Los pájaros defecaban sobre su cabeza y, las abejas se lo comían vivo sin que se moviera. Tras noventa noches, con todo seco, blanco, con las lágrimas brotando de sus ojos sin poder contenerlas, sin fuerzas ya ni para dormir... Observado por la princesa constantemente, llegó la noche noventa y nueve y el soldado se levantó, tomó su silla y se marchó.
- Ahora entiendo por qué el soldado se fue justo al final. Sí, con una noche más sería suficiente para que la princesa fuera suya. Pero ella no podría cumplir su promesa. Hubiera sido terrible. Él moriría. Así que, al menos durante noventa y nueve noches vivió con la ilusión de que ella le estaba allí esperando...
- Tal vez hemos descubierto que el destino realmente existe y se divierte burlándose.
- Cuanto más pesa un hombre, más profundas son sus huellas.
Imagen de la película:
(Philippe Noiret "Alfredo" y Salvatore Cascio "Totó")
Trailer: