James Augustine Eloysius Joyce. (Dublín) 2 de febrero de 1882 - 13 de enero de 1941 (Zúrich). Escritor irlandés. Uno de los representantes, junto con Wallace Stevens, Virginia Woolf, T. S. Eliot... del modernismo anglosajón, corriente literaria de vanguardia. Sus obras transcurren en su tierra natal a pesar de pasarse la vida fuera. Algunas de sus obras: "Música de cámara" (1907), "Dublineses" (1914), "Retrato del artista adolescente" (1916), "Exiliados" -teatro- (1918), "Ulises" (1922), "El despertar de Finnegans" (1939), "Poemas manzanas" (1927), ...
- Me dan miedo esas grandes palabras que nos hacen tan infelices.
- Todo es demasiado caro cuando se necesita.
- Los genios no cometen errores. Sus errores son siempre voluntarios y originan algún descubrimiento.
- La irresponsabilidad es parte del placer del arte. Es la parte que las escuelas no saben reconocer.
- No hay pasado ni futuro. Todo fluye en un eterno presente.
- Mi niñez se inclina a mi lado. Demasiado lejos para que yo apoye una mano en ella por una vez ligeramente.
- No hay herejía ni filosofía tan odiosa para la iglesia como el ser humano.
- Los colores dependen de la luz que uno ve.
- Ya que no podemos cambiar de país cambiemos de tema.
- Las naciones tienen su ego al igual que los individuos.
- Una nación es mucha más gente que vive en el mismo lugar.
- En tu corazón hay algo más sabio que la sabiduría.
- El amor ama al amor.
- Dios creó el alimento, el diablo los cocineros.
- Es quizás tan doloroso ser despertado de una visión como nacer.
- La ausencia hace al corazón más joven.
- La gente aguantaba que les mordiera un lobo pero lo que veraderamente les sacaba de quicio era que les mordiera una oveja.
- La belleza de la música hay que escucharla dos veces.
- Mejor pasar audaz al otro mundo en el apogeo de una pasión que marchitarse consumido funestamente por la vida.
- Un sacerdote dejaría de ser sacerdote si dejara de advertir a sus fieles qué es lo bueno y qué es lo malo.
- Tan solo el cegador instante de la pasión -la pasión libre, no cohibida, irresistible-, esa es la única salida por la que podemos huir de la miseria de lo que los esclavos llaman vida.
De "Ulises":
"El sr. Leopoldo Bloom comía con fruición los órganos internos de bestias y aves. Le guataba la espesa sopa de menudos, las ricas mollejas que saben a nuez, un corazón relleno asado, lonjas de hígado fritas con rapaduras de pan, ovas de bacalao bien doradas. Sobre todo le gustaban los riñones de carnero a la parrilla, que dejaban en su paladar un rastro de sabor a orina ligeramente perfumada".
James Joyce.
Este corazón que late junto a mi corazón...
"Este corazón que late junto a mi corazón
es mi esperanza y toda mi fortuna,
desdichado cuando nos separamos
y feliz entre beso y beso;
mi esperanza y toda mi fortuna -¡sí!
y toda mi ventura.
Pues allí, al igual que en nidos musgosos
los reyezuelos amontonan múltiples tesoros,
deposité los caudales que yo tenía
antes de que mis ojos hubieran aprendido a llorar.
¿No seremos de su misma sensatez
aunque el amor no viva sino un día?".
James Joyce.
Dejando patente su amor por la música. Con la guitarra y al piano.