Jean Edmond Cyrus Rostand. (París) 30 de octubre de 1894 - 4 de septiembre de 1977 (Ville-d'Avray). Biólogo francés, escritor, filósofo, miembro de la Academia Francesa. Su padre, dramaturgo (Edmond), y su madre poetisa (Rosemonde Gérard). Se licenció en Ciencias en París. Fundó su propio laboratorio, abriendo investigaciones sobre el origen de la vida, y adviritió sobre las consecuencias de las manipulaciones eugenésicas. Algunas de sus obras: Literarias: "El retorno de los pobres" (1919), "Amor de las ideas" (1926), "Diario de un personaje" (1931), ... Científicas: "Cromosomas, artesanos de la herencia y el sexo" (1928), "Biología y medicina" (1939), "La evolución" (1960), "Biología y humanismo" (1964), ...
- Un beso es un secreto que se dice en la boca y no en los oídos.
- Aunque parezca susceptible de unir, nada divide tanto como la verdad.
- Un buen matrimonio sería aquel en que olvidaríamos de día que somos amantes y de noche que somos esposos.
- Tener espíritu abierto no significa tenerlo abierto a todas las necesidades.
- Consiente en ceder cuando tengas razón, con tal de que sepas ser intransigente cuando estés equivocado.
- El que pone demasiado de su vida en su literatura, con frecuencia pone demasiado de su literatura en su vida.
- Estamos frustrados en nuestra carne de todo lo que ha soñado nuestro espíritu.
- No tengo verdades, apenas convicciones.
- La muerte es la única cosa más grande que la palabra que sirve para designarla.
- Soledad humana: nuestro orgullo tiene la misma fuente que nuestra angustia.
- Me siento muy optimista sobre el furuto del pesimismo.
- El biólogo pasa, la rana permanece.
- Ya desde el origen de las especies, el hombre era igual que lo que estaba destinado a ser.
- Todas las esperanzas le están permitidas al hombre, incluso la de desaparecer.
- Haced un dios, o rehaced al hombre.
- La nobleza del hombre está en creer en ella.
- Yo no podría creer sino en lo que creeremos mañana.
- Algunos muertos nos enseñan la muerte mejor que otros.
- Si cada hombre no es sino el reflejo de todos ¡qué soledad!
De "El hombre y la vida: pensamientos de un biólogo":
"La biología ha llegado a ser una ciencia indispensable en la discusión de todos los problemas humanos. Procedan del orden social, moral o filosófico, ninguno puede abordarse sin ayuda de los conocimientos que la biología nos aporta. Nos permite situar en el reino de lo viviente a nuestra arrogante especie, que tal vez tiende demasiado a atribuirse una privilegiada superioridad. Nos enseña cómo el hombre se encuentra ligado al resto del universo, y nos permite entrever a través de qué proceso la naturaleza ha venido a parar a este objeto singular en el cual, ambas cosas a la vez, se supera y se niega a sí misma. Nos informa también sobre el hombre-individuo. ¿A qué causas atribuir la diversidad, la desigualdad que constatamos entre los humanos? ¿Qué parte determinante de la personalidad individual se debe a la herencia, qué parte a las circunstancias ambientales? ¿Qué repercusiones tiene el estado de la civilización sobre el animal humano?".
Jean Rostand.