Nikos Kazantzakis (Νίκος Καζαντζάκης). (Heraclión) 18 de febrero de 1883 - 26 de octubre de 1957 (Friburgo de Brisgovia. Alemania). Escritor griego, que fue poeta, narrador, ensayista, autor de teatro, ... Estudió Derecho en Atenas, filosofía en París, donde descubrió a Nietzsche como un gran hallazgo. Fue director general del Ministerio de Bienestar Social, este viajero incansable por el mundo. Algunos de sus títulos: "Almas rotas" (1909), "Zorba el griego" (1946), "La última tentación de Cristo" (1951), .. Poemas: "Odisea" (1938), "Terzinas" (1960), ... Teatro: "El maestro de obras" (1909), "Sodoma y Gomorra" (1948), "La manzana de oro" (1954), "Buda" (1956), ... Además de Epistolarios, Ensayos, Viajes ...
- La belleza es despiadada. No la mires, te mira ella y no perdona.
- Para triunfar, primero debemos creer que podemos.
- Las personas necesitan un poco de locura, de otro modo nunca se atreven a cortar la cuerda y liberarse.
- No temo nada, no espero nada, soy libre.
- La felicidad es un ave doméstica que se encuentra en el patio de nuestra propia casa.
- Los mejores profesores son aquellos que saben transformarse en puentes, y que invitan a sus discípulos a franquearlos.
- Dadme una limosna, buenas personas; dadme un poco del tiempo que perdéis, una hora, dos horas, lo que queráis.
- Las puertas del cielo y el infierno son adyacentes e idénticas.
- Le dije al almendro: "Háblame de Dios".
- Hay una sola mujer en el mundo. Una mujer con muchos rostros.
- El tiempo no es un campo que se mida por codos; no es un mar que se mida por millas; es el latido de un corazón.
- No se trata de un triunfo definitivo, sino de una lucha sin fin.
- Mi alma entera es un grito, y toda mi obra es el comentario sobre ese grito.
- Cada viajero perfecto siempre crea el país al que viaja.
De "Carta al Greco":
"Todo hombre tiene un grito que lanzar antes de morir, su grito. Hay que darse prisa para tener tiempo de lanzarlo. Ese grito puede dispersarse, ineficaz, en el aire; puede no hallarse ni en la tierra ni en el cielo un oído que lo escuche; poco importa. No eres un carnero, eres un hombre; y un hombre quiere decir algo que no está cómodamente instalado, sino que grita. ¡Grita tú; pues! Mi alma íntegra es un grito y mi obra íntegra es la interpretación de ese grito".
Nikos Kazantzakis.