Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos (Madrid), 14 de septiembre de 1580 – 8 de septiembre de 1645 (Villanueva de los Infantes, Ciudad Real). Escritor español del Siglo de Oro. POESÍA: "Primera parte de las flores de poetas ilustres de España" (1605), "El Parnaso español" (1648), "Las Tres Musas últimas Castellanas" (1670), "Sueños y discursos" (1627), "La vida del Buscón -Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos; ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños" (1626), "Cartas del caballero de la Tenaza" (1625), "Doctrina moral del conocimiento propio, y del desengaño de las cosas ajenas" (1630), ...
- El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar a que le llamen.
- La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae de donde subió.
- Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen.
- El ánimo que piensa en lo que puede temer, empieza a temer en lo que puede pensar.
- La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come.
- Todos deseamos llegar a viejos; y todos negamos que hemos llegado.
- Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad es-coja (dicho a la reina por una apuesta con Luis de Góngora, por su cojera).
- Vive para ti solo si pudieres, pues solo para ti mueres si mueres.
- La posesión de la salud es como la de la hacienda, que se goza gastándosela, y si no se gasta, no se goza.
- Donde hay poca justicia es peligroso tener razón.
- Muchos son limpios de manos, porque se lavan, no porque no roban.
- Lo mucho se vuelve poco con desear un poco más.
- Pocas veces quien recibe lo que no merece agradece lo que recibe.
HALLA EN LA CAUSA DE SU AMOR TODOS LOS BIENES
"Después que te conocí,
todas las cosas me sobran:
el sol para tener día,
abril para tener rosas.
Por mi bien pueden tomar
otro oficio las auroras,
que yo conozco una luz
que sabe amanecer sombras.
Bien puede buscar la noche
quien sus estrellas conozca,
que para mi astrología
ya son oscuras y pocas.
Gaste el oriente sus minas
con quien avaro las rompa,
que yo enriquezco la vista
con más oro a menos costa.
Bien puede la margarita
guardar sus perlas en conchas,
que Búzano de una Risa
las pesco yo en una boca.
Contra el tiempo y la fortuna
ya tengo una inhibitoria:
ni ella me puede hacer triste,
ni él puede mudarme un hora.
El oficio le ha vacado
a la muerte tu persona:
a sí misma se padece,
sola en ti viven sus obras.
Ya no importunan mis ruegos
a los cielos por la gloria,
que mi bienaventuranza
tienes jornada más corta.
con quien avaro las rompa,
que yo enriquezco la vista
con más oro a menos costa.
Bien puede la margarita
guardar sus perlas en conchas,
que Búzano de una Risa
las pesco yo en una boca.
Contra el tiempo y la fortuna
ya tengo una inhibitoria:
ni ella me puede hacer triste,
ni él puede mudarme un hora.
El oficio le ha vacado
a la muerte tu persona:
a sí misma se padece,
sola en ti viven sus obras.
Ya no importunan mis ruegos
a los cielos por la gloria,
que mi bienaventuranza
tienes jornada más corta.
La sacrosanta mentira
que tantas almas adornan,
busque en Portugal vasallos,
en Chipre busque coronas.
redicaré de manera
tu belleza por Europa,
que no haya herejes de gracias,
y que adoren en ti solas".
Francisco de Quevedo.
que tantas almas adornan,
busque en Portugal vasallos,
en Chipre busque coronas.
redicaré de manera
tu belleza por Europa,
que no haya herejes de gracias,
y que adoren en ti solas".
Francisco de Quevedo.