Francis Scott Key Fitzgerald. (Saint Paul) 24 de septiembre de 1896 - 21 de diciembre de 1940 (Hollywood). Escritor estadounidense. Miembro de la Generación Perdida, años veinte. Algunos títulos de su obra: "A este lado del paraíso" (1920), "May Day" (1922), "Hermosos y malditos" (1922), "El diamante tan grande como el Ritz" (1922), "El gran Gatsby" (1925), "El chico rico" (1926), "Suave es la noche" (1934), "El amor del último magnate" (Sin concluir y publicada en 1941), ... (Historias cortas) "Todos los jóvenes tristes" (1926), "Tarde de un autor" (1957), "Babilonia revisada y otras historias" (1960), "Las historias de Pat Hobby" (1940), "El curioso caso de Benjamin Button" (1921), ...
- El dinero ha aniquilado más almas que el hierro cuerpos.
- Es preferible fiarse del hombre equivocado que de quien no duda nunca.
- Enséñame un héroe y te escribiré una tragedia.
- La vitalidad se revela no solamente en la capacidad de persistir sino en la de volver a empezar.
- El estar solo física y espiritualmente engendra soledad y la soledad engendra más soledad.
- Me gustan las reuniones grandes. Son tan íntimas. En las reuniones privadas no hay ninguna intimidad.
- Soy una de las pocas personas decentes que me he encontrado en la vida.
- Siempre estaba dispuesto a echar una mano al que estaba más alto que él.
- Después de todo, la vida parece tener mucho más éxito vista desde una sola ventana.
De "Cabeza y Hombros":
"Al curso siguiente fue a Yale, a terminar Filosofía y Letras. Acababa de cumplir diecisiete años, era alto, delgado y miope, con los ojos grises y un aire de no tener absolutamente nada que ver con la palabrería que brotaba de sus labios. —Siempre me da la impresión de estar hablando con otro —se quejó el profesor Dillinger ante un colega comprensivo—. Es como si hablara con un representante o un apoderado suyo. Siempre espero que me diga: «Muy bien, hablaré conmigo y ya veremos». Y entonces, como si Horace Tarbox fuera don Filete el carnicero o don Sombrero el sombrerero, con la misma indiferencia, la vida lo alcanzó, lo cogió, lo manoseó, lo estiró y desenrolló como a una pieza de encaje irlandés en las rebajas del sábado por la tarde".
Scott Fitzgerald.