Roland Gérard Barthes. (Cherburgo) 12 de noviembre de 1915 - 25 de marzo de 1980 (París). Filósofo francés, además de semiólogo, ensayista y escritor. De la escuela estructuralista. Avanzó en la senda de la semiótica. Algunos títulos de su obra: "El grado cero de la escritura" (1953), "Mitologías" (1957), "Sobre Racine" (1963), "Ensayos críticos" (1964), "La torre Eiffel" (1964), "Elementos de semiología" (1965), "Introducción al analisis estructural de los relatos" (1966), "Crítica y verdad" (1966), "El sistema de la moda" (1967), "El imperio de los signos" (1970), ...
- A fuerza de mirar, uno se olvida de que puede ser también objeto de miradas.
- La ausencia amorosa va solamente en un sentido y no puede suponerse sino a partir de quien se queda -y no de quien parte-: yo, siempre presente, no se constituye más que ante tú, siempre ausente.
- Sea lo que sea lo que ella ofrezca a la vista y sea cual sea la menera empleada, una foto es siempre invisible: no es a ella a quien vemos.
- El aburrimiento no está lejos del goce: es el goce visto desde las costas del placer.
- Soy indefectiblemente yo mismo y es en esto en lo que radica mi estar loco: estoy loco puesto que consisto.
- ¿Julio Verne escritor del viaje? En absoluto, es el escritor del encierro.
- Desacreditada por la opinión moderna, la sentimentalidad del amor debe ser asumida por el sujeto amoroso como una fuerte transgresión de valores, es pues esta sentimentalidad lo que constituye hoy lo obsceno del amor.
- A menudo se sentía estúpido: es porque solo poseía una inteligencia moral (es decir: ni científica, ni política, ni práctica, ni filosófica, etc).
- Cuando leo, acomodo: no solo acomodo el cristalino de mis ojos, sino también el de mi intelecto.
De "El placer del texto":
"¿Escribir en el placer, me asegura amí, escritor, la existencia del placer de mi lector? De ninguna manera. Es preciso que yo busque a ese lector (que lo 'rastree') sin saber dónde está. Se crea entonces un espacio de goce. No es la 'persona' del otro lo que necesito, es el espacio: la posibilidad de una dialéctica del deseo, de una impresión del goce: que las cartas no estén echadas sino que haya juego todavía".
Roland Barthes.