Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana y Borrás. (Madrid) 16 de diciembre de 1863 - 26 de septiembre de 1952 (Roma). Filósofo español, además de ensayista, novelista y poeta. Se formó en Estados Unidos y sus obras fueron escritas en inglés. Dio clases en la Universidad de Harvard. Algunos de sus alumnos fueron figuras como, T. S Eliot, Robert Frost ... Algunas de sus obras: "El sentido de la belleza" (1896), "La vida de la razón" (1905), "Tres poetas filosóficos" (1910), "Escepticismo y fe animal" (1923), "Diálogos en el limbo" (1926), "Los reino del ser" (1927), "Dominaciones y poderes" (1951), "Mi huésped el mundo" (1953), ...
- La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla.
- La memoria es un rumor interno.
- Cuando el hilo dorado del placer se entrelaza con esa trama de cosas que nuestra inteligencia está siempre tejiendo laboriosamente, otorga al mundo visible ese encanto misterioso y sutil que llamamos belleza.
- Solo los muertos han visto el final de la guerra.
- La mente humana está hecha para soñar despierta.
- Una percepción totalmente simple, en la que no hubiera conciencia de la distinción y relación de las partes, no sería una percepción de una forma; sería una sensación.
- Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo.
- El arte como la vida debe ser libre, ya que ambos son experimentales.
- Nada deseamos porque sea bueno, sino que es bueno porque lo deseamos.
- El fanatismo consiste en redoblar el esfuerzo cuando has olvidado el fin.
- Para una idea es de muy mal agüero estar de moda, pues esto implica que más adelante estará anticuada para siempre.
- Todo tiempo mi presente, todo espacio mi lugar.
- La idea de Cristo es mucho más antigua que el cristianismo.
- Todo lo que un hombre emancipado se pregunta es qué objetos le atraen más, y cuáles son lo medios para conseguir esos objetos. El hacer bien es saber lo que tú quieres. Ahora, cuando tú no estás satisfecho contigo mismo, es porque vas en busca de algo que no quieres.
- No hay remedio ni para el nacimiento ni para la muerte. Lo único que nos resta es poder aprovechar el intervalo.
- El hecho de haber nacido es un mal augurio para la inmortalidad.
- Los pies de un hombre deben estar en su país, pero sus ojos deben observar el mundo.
- En algunos libros las notas marginales o los comentarios de algún lector son más interesantes que el texto. El mundo es uno de esos libros.
De la "Psique" (metáfora de una mujer ciega que da a luz un hijo al que no entiende):
"...él ve, lo cual es un misterio para ella porque, aunque ella siempre ha actuado como si, de algún modo, notara las cosas a distancia, nunca ha visto ni ha podido ver nada. Tampoco le son a ella de ninguna utilidad los sentidos de él a pesar de toda su vivacidad. Porque ¿qué le muestran a él? Siempre algo irrelevante: un haz de luz polvoriento a través de las vigas, una llama azul bailando en las ascuas, un murmullo, un borboteo de agua, un aliento de calidez o de frialdad, un hastío mortal o una infundada alegría -todo imágenes oníricas, visiones de un mundo divertido, esencias pintadas en el aire, tales como podría inventar cualquier poeta ocioso-. Pero el hijo se preocupa por ella enormemente: rebosa lágrimas repentinas y celosos pequeños amores".
Santayana.