Alexander Graham Bell. (Edimburgo). 3 de marzo de 1847 - 2 de agosto de 1922 (Isla del Cabo Bretón. Canadá). Científico británico, que se naturalizó estadounidense y era además inventor y logopeda. Obtuvo la patente del teléfono en 1876, después de haber sido desarrollado por Antonio Meucci, así reconocido en 2002. La Bell Telephone Company implantó el teléfono en el mundo. Se le atribuye también entre otros, el detector de metales (1881). La unidad de intensidad sonora "decibelio", debe su nombre a este científico. Realizó experiementos en 1891, desarrollando naves propulsadas pesando más que el aire. Su muerte se debió a una anemia perniciosa.
- Cuando una puerta se cierra, otra puerta se abre; pero a menudo miramos tanto tiempo y con tanta pena la puerta cerrada, que no vemos las que se abren para nosotros.
- No te quedes siempre en el camino fácil, yendo solo por donde otros ya han ido.
- Hay dos puntos críticos en cada vuelo aéreo: su comienzo y su final.
- El hombre es un animal que, solo entre los animales, se niega a ser satisfecho simplemente por el cumplimiento de sus deseos.
- Educa a las masas, eleva su nivel de inteligencia y seguramente tendrás una nación exitosa.
- Concentra todos tus pensamientos en el trabajo que tienes entre manos. Los rayos del sol no queman hasta que se enfocan.
- El logro de un objetivo debe ser el punto de partida de otro.
- Una persona sin un fin práctico a la vista, se convierte en una manivela o un idiota.
- No sea el primero en probar lo nuevo ni el último en dejar de lado lo viejo.
- La única diferencia entre el éxito y el fracaso es la capacidad de actuar.
