Edgar Allan Poe. (Boston) 19 de enero de1809 - 7 de octubre de 1849 (Baltimore). Escritor estadounidense, destacable por sus relatos cortos, con inclinación al terror. CUENTOS: "Metzengerstein" (1832), "Manuscrito hallado en una botella" (1833), "El Rey Peste" (1835), "Berenice" (1835), "Ligeia" (1838), "La caída de la Casa Usher" (1839), "El hombre de la multitud" (1840), ... POESÍA: "Tamerlane" (1827), "A..". (1827), "Sueños" (1827), "Espíritus de los muertos" (1827), "Estrella del anochecer" (1827), NOVELA: "La narración de Arthur Gordon Pyn" (1838), ... ENSAYO Y CRÍTICA: "Filosofía de la composición" (1846), "El principio poético" (1848). "Eureka" (1848), ...
- La ciencia no nos ha enseñado aún si la locura es o no lo más sublime de la inteligencia.
- Todo lo que vemos o parecemos es solamente un sueño dentro de un sueño.
- Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a quienes sueñan solo de noche.
- Me volví loco, con largos intervalos de horrible cordura.
- Cuando un loco parece sensato es ya el momento de ponerle la camisa de fuerza.
- Porque la tortuga tiene los pies seguros, ¿es esta una razón para cortar las alas al aguila?
- Tengo una gran fe en los tontos, autoconfianza lo llaman ellos.
- Todas las cosas son buenas o malas por comparación.
- El único modo de conservar el hombre su libertad, es estar dispuesto a morir por ella.
- En un caso de cien, un asunto se discute porque es oscuro, en los noventa y nueve restantes es oscuro porque se discute excesivamente.
- Me siento tan cerca de ti, que me asusta el suspiro que nos separa.
La cita:
"¡Hombre misterioso, de aciago destino! ¡Exaltado por la brillantez de tu imaginación, ardido en las llamas de tu juventud! ¡Otra vez, en mi fantasía, vuelvo a contemplarte! De nuevo se alza ante mí tu figura... ¡No, no como eres ahora, en el frío valle, en la sombra!, sino como debiste de ser, derrochando una vida de magnífica meditación en aquella ciudad de confusas visiones, tu Venecia, Elíseo del mar, amada de las estrellas, cuyos amplios balcones de los palacios de Palladio contemplan con profundo y amargo conocimiento los secretos de sus silentes aguas. ¡Sí, lo repito: como debiste de ser! Sin duda hay otros mundos fuera de este,otros pensamientos que los de la multitud, otras especulaciones que las del sofista. ¿Quién, entonces, podría poner en tela de juicio tu conducta? ¿Quién te reprocharía tus horas visionarias, o denunciaría tu modo de vivir como un despilfarro, cuando no era más que la sobreabundancia de tus inagotables energías?...".
Allan Poe.
Allan Poe.
(Traducción del principio de uno de sus célebres relatos: por Julio Cortázar.)
Manuscrito de "Las campanas" de Poe.
