Leonardo di ser Piero da Vinci. (Anchiano. Florencia) 15 de abril de 1452 - 2 de mayo de 1519 (Francia). Pintor polímata del Renacimiento. Escribió tratados de pintura, alegorías, pensamienos variados, profecías y hasta notas sobre cocina... Algunas de sus obras pictóricas de genio: "La dama del armiño" (1480), "La última cena" (1495...), "La Gioconda" (1503...), Además de dibujos... etc.
- Quien piensa poco se equivoca mucho.
- Quien no castiga el mal, ordena que se haga.
- No siempre es bueno lo que es bello... Ejemplo de este error dan los que hablan con elegancia, pero sin doctrina.
- Muchas personas, después de haber encontrado el bien, buscan todavía, y encuentran el mal.
- Mientras pensaba que estaba aprendiendo a vivir, he aprendido cómo morir.
- Los hombres correrán tras la cosa que más temen, es decir, que serán miserables por temor a la miseria.
- La práctica debe siempre ser edificada sobre la buena teoría.
- La desigualdad es el origen de todos los movimientos locales.
- La belleza perece en la vida pero es inmortal en el arte.
- El mal que no me perjudica es como el bien que no me aprovecha.
- El agua que tocas en la superficie de un río, es la última de la que pasó y la primera de la que viene: así el instante presente.
- El hombre posee gran razonamiento pero en su mayor parte vano y falso: los animales lo tienen menor, pero útil y verídico, y más vale una pequeña certeza que un gran engaño.
- Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte.
- Apenas nace la virtud, cuando ya genera contra sí la envidia, pues antes verás un cuerpo sin sombra que la virtud sin la envidia.
- No se puede poseer mayor gobierno ni menor, que el de uno mismo.
"La mariposa y la llama" (Fábula):
"Una mariposa multicolor estaba volando en la noche cuando vio, a lo lejos, una luz. Inmediatamente voló en esa dirección y acercándose a la llama comenzó a rodearla, mirándola con asombro. ¡Cómo era bonita! No satisfecha con admirarla, la mariposa decidió hacer lo mismo que hacía con las flores fragantes. Se alejó y en seguida voló hacia la llama y pasó cerca de ella. Se había caído de repente, aturdida por la luz y muy sorprendida al ver que las puntas de sus alas estaban chamuscadas. “¿Qué me pasó?” – Pensó. Pero no podía entender. Era imposible creer que una cosa hermosa, como la llama podría causarle daño. Y así, después de juntar un poco de fuerza, sacudió sus alas y emprendió el vuelo otra vez. Giró en círculos y una vez más fue al fuego, con la intención de aterrizar en él. Y luego cayó, quemada en el aceite que alimentaba la llama brillante y minúscula. – ¡Maldita luz! – murmuró la mariposa agonizante – pensé que encontraría en ti la felicidad y en vez de eso encontré la muerte. Lamento este deseo absurdo, pues me di cuenta, demasiado tarde, para mi desgracia, qué tan peligrosa eras. – ¡Pobre mariposa! – respondió la llama – No soy el sol, como pensabas tontamente. Soy sólo una luz. Y aquellos que no consiguen acercarse con precaución, son quemados. Esta fábula está dedicada a aquellos que, como la mariposa, se sienten atraídos por los placeres del mundo, haciendo caso omiso de la verdad. Entonces, cuando se dan cuenta de lo que han perdido, ya es demasiado tarde".