Mijaíl Alekándrovich Bakunin. (Torzhok) 30 de mayo de 1814 - 1 de julio de 1876 (Berna. Suiza). Filósofo ruso anarquista, con tesis de colectivismo y anarquismo, de que fue el más importante impulsor. "Fraternidad Internacional" fue una fundació que fundó en Italia. Algunos títulos de sus obras: "Dios y el estado" (1882), "Estatismo y anarquía" (1873), "Crítica y acción" (1870), "Federalismo, socialismo y antiteologismo" (1868), "El principio del Estado" (1871), "Raíces del Apocalipsis" (1982), "Llamamiento a los esclavos" (1848), ...
- Ejercer el poder corrompe, someterse al poder degrada.
- No soy verdaderamente libre más que cuando todos los seres humanos que me rodean, hombres y mujeres, son igualmente libres.
- Al buscar lo imposible, el hombre siempre ha realizado y reconocido lo posible. Y aquellos que sabiamente se han limitado a lo que creían posible, jamás han dado un solo paso adelante.
- La única misión de la ciencia es iluminar la ruta.
- La idea de la creación es una idea completamente humana.
- La libertad, la moralidad y la dignidad humana del individuo consisten precisamente en que haga el bien no porque esté forzado a hacerlo, sino porque libremente lo conciba, lo quiera y lo ame.
- La uniformidad es la muerte; la diversidad es la vida.
- La libertad no es un hecho de aislamiento -como lo entienden los anacoretas-, sino de reflexión mutua, no de exclusión, sino al contrario, de alianza, pues la libertad de todo individuo no es otra cosa que el reflejo de su humanidad o de su derecho humano en la conciencia de todos los hombres libres, sus hermanos, sus iguales.
- Si Dios existiese no habría para él más que un solo medio de servir a la libertad humana: dejar de existir.
De "Demagogia frente a las masas":
"No se debe nunca, bajo ningún pretexto y no importa cuál sea el fin perseguido, engañar al pueblo. Esto no solo sería criminal sino además nefasto en tanto que medio para servir a la causa revolucionaria; nefasto porque todo engaño, no importa cuál sea, es por esencia limitado, mezquino, extrecho, siempre frágil y corrupto y, por ello, la juventud revolucionaria quedaría situada en la dirección más engañosa, más arbitraria e insensata, además de la más opuesta al pueblo. El individuo solo es fuerte cuando defiende con ardor su buena causa, cuando habla y actúa de acuerdo con sus convicciones más profundas".
Mijaíl Bakunin.