Píndaro (Πίνδαρος). (Cinoscéfalas) 518 a. C. - 438 a C- (Argos). Poeta lírico de Grecia. Procedente del linaje de los egeidas. Discípulo de Agatocles. Con veinte años compone su primera oda "X Pítica". Su obra, conservada en papiros, se componen de 45 odas y varios fragmentos. Los cantos corales "Los epinicios", los compuso en honor a los vencedores en los Juegos Panhelénicos. Algunas otras composiciones son: himnos, peanes, partenios... Para Goethe, fue un símbolo de la libertad del genio creador...
- Cada uno merece ser apreciado por lo que hace, no por lo que dicen de él.
- No hay mejor mérito que saber aprovechar todas las oportunidades.
- No aspires a la vida inmortal, pero agota el campo de lo posible.
- Cuando la Fortuna nos descubre su bello rostro, es precisamente cuando la tormenta comienza a cernerse sobre nuestra cabeza.
- Si algún varón desea que alguna cosa que hizo no se sepa, engáñase sin duda.
- Muchas veces lo que se calla hace más impresión que lo que se dice.
- El día precedente enseña el día que sigue.
- Al primer inventor pertenece todo el mérito.
- El hombre es el sueño de una sombra.
- Muchas veces el silencio es la cosa más inteligente que un hombre puede oír.
- El éxito para quien es gran batallador, apaga el esfuerzo de la lucha.
- Aprende lo que eres y sé tal.
- Muchas veces se dice mejor callando que hablando.
- ¡Criaturas de un día! ¿Qué es el hombre?
- El hombre de talento es el que lo sabe todo por instinto.
- El día anterior es el maestro del siguiente.
- Las palabras viven más que los hechos.
A Trasideo de Tebas:
"Musa, si conveniste en ofrecer, a cambio de paga,
tu voz, obediente a la plata, a ti te corresponde hacerla tremolar aquí y allá
en honor de Pitónico,
el padre, o de su hijo Trasideo,
cuya felicidad y fama están flameantes.
Hermosa fue su victoria de antaño con el carro
y en Olimpia conquistaron con sus caballos
el rayo veloz de los célebres juegos;
mientras que en Pito, al bajar a la arena para la carrera ligera,
fueron superiores a la helénica concurrencia
por su rapidez. Que no ambicione ya más bienes que los divinos,
con aspiraciones adecuadas a la edad,
pues cuando me encuentro con que en una ciudad
los de enmedio poseen flor de prosperidad más duradera,
censuro el destino de las tiranías.
Dedicado estoy a los logros compartidos: fuera los envidiosos.
Mas cuando uno alcanza la cima
y con pacífica conducta escapa
de la funesta desmesura, puede hacer más bella travesía hasta el límite
de la negra muerte si a su gratísima descendencia
ha proporcionado renombrada gloria, más poderosa que todas las riquezas.
Tal don es el que distingue al hijo de Ificles,
Yolao, al que himnos dedicamos, y al fuerte Cástor,
y a ti, soberano Polideuces, hijos de dioses
que un día habitáis en la sede de Terapna
y al otro dentro del Olimpo".
Píndaro.
"El nacimiento de Píndaro", de Henry Pierre Picou (1848).