Publilio Siro (Publilius Syrius). 85 a. C. - 43 a. C. Escritor romano, nacido en Siria, hecho esclavo y enviado a Italia. Siendo posteriormente liberado debido a su talento. En sus obras, las que se conocen, quedan las sentencias, una serie de máximas que se juntaron con otras apócrifas. Estaban ordenadas alfabeticamente. Fue gran improvisador, como demostró ante Julio César en unos juegos del 46 a. C. ganando a Décimo Laberio. Algunos títulos: "Los podadores", "Mumurco"... Aunque no queda mucho puesto que su don era la improvisación. Aulo Gelio, citó 14 apotegmas: "Noches Áticas"...
- El tiempo de la reflexión es una economía de tiempo.
- El hoy es discípulo del ayer.
- Dios mira las manos limpias, no las llenas.
- Amistad que acaba no había comenzado.
- Me he arrepentido de haber hablado pero nunca de haber guardado silencio.
- El que es temido por muchos debe temer a muchos.
- Ten en cuenta lo que vayas a decir, no lo que pienses.
- Es imposible ganar sin que otro pierda.
- Nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta.
- Ningún hombre es feliz a menos que crea serlo.
- Donde hay concordia siempre hay victoria.
- Así como el ignorante está muerto antes de morir, el hombre de talento vive aun después de muerto.
- Es más cruel temer a la muerte que morir.
- Tan malo es no creer a nadie como creer a todos.
- El hombre muere tantas veces como pierde a cada uno de los suyos.
- Para el hombre honrado las deudas son una amarga esclavitud.
- El dinero es tu esclavo si sabes emplearlo; tu amo si no sabes.
- Cuando el mar está en calma todo el mundo puede ser timonel.
- El honor que se gana durante décadas se puede perder en un momento.
- El oro aumenta la sed de oro y no la sacia.
- Hasta un solo cabello hace sombra.
- Los sucesos prósperos hacen amigos; los adversos los prueban.
- No culpes al mar de tu segundo naufragio.
- No olvides jamás el beneficio recibido; olvida en el acto el que has hecho.
- No se puede calzar el mismo zapato en todos los pies.
- Muchas personas cuidan su reputación y no cuidan su conciencia.
- El que persigue dos liebres no coge ninguna.
- A fuerza de soportar mucho, llegará lo que no pueda soportarse.
- La absolución del culpable es la condena del juez.
- La hermosura del rostro es una recomendación muda.
- Un mal plan es el que no puede ser alterado.
- Incluso a un dios le es difícil amar y ser sabio a la vez.
- La cura del dolor por aquello que perdimos es el olvido.
- Quien no es agradecido perjudica a todos los que necesitan ayuda.
- Al pobre le faltan muchas cosas; al avaro, todas.
- Es tontería temer lo que no se puede evitar.
- El cobarde se llama a sí mismo prudente.
- Más amigos granjea la mesa que la inteligencia.
- Quien solo vive para sí está muerto para los demás.
- Quien da pronto al necesitado da dos veces.
- La lengua maldiciente es indicio de mal corazón.
- Mala es la determinación que no puede cambiarse.
- A quien se le permite más de lo justo, quiere más de lo conveniente.
- Cuando se soporta una antigua injuria se propicia una nueva.
- La verdad se pierde con la disputa desmedida.
