Marco Porcio Catón. (Tusculum. Italia) 234 a. C. - 149 a. C. (República romana). Político, escritor y militar romano. Algunos de sus apodos para diferenciarlo de su bisnieto: El Censor, el Viejo, Sapiens... Defendió las tradiciones romanas incluso enfrentándose a Escipión el Africano. Defendía la tercera guerra púnica contra Cartago, habiendo combatido en la segunda. Es considerado el primer escritor en prosa latina. Paricipó en la batalla de Las Termópilas (191 a. C.) con victoria de los romanos ante los seléucidas. Algunas obras: "Sobre la agricultura", ( Conservado entero), "Poema de la moral", o "Colección de ensayos", ...
- Los sabios aprenden más de los tontos, que los tontos de los sabios.
- No dejes escapar nunca aquello que sabes que puede serte útil: las ocasiones tienen el pelo largo delante pero detrás están calvas.
- Intenta convencerte de que la muerte no debe ser temida: de hecho esta, si no es un bien, es al menos el fin de todos los males.
- Educa siempre a tu espírtitu y no dejes nunca de aprender: la vida sin cultura es una imagen de la muerte.
- No cesar nunca de aprender a actuar de modo que aumente siempre aquello que sabes: raramente la sabiduría es fruto solo de la vejez.
- Es ser cuerdo saber disimular la locura.
- El golpe esperado resulta menos duro.
- Amargas son las raíces del estudio, pero los frutos son dulces.
- Fingir y demostrar locura alguna vez es gran cordura.
- La primera virtud es frenar la lengua, y es casi un dios quien teniendo razón sabe callarse.
- Yo empezaré a hablar cuando no haya de decir nada que fuera mejor no haberlo dicho.
- Más quisiera que la posteridad se preguntase por qué no se había erigido una estatua a Catón, que por qué la habían erigido.
- Difícil cosa es, oh ciudadanos, entrar en discusiones con el vientre, porque este no tiene orejas.
- No hay ley ninguna aceptable por igual para todos.
- Lobo hambriento no tiene asiento.
- Cuando uno tiene motivos de quejarse de un amigo conviene separarse de él gradualmente, y desatar, más bien que romper, los lazos de la amistad.
- No compres lo que es útil, sino lo que es necesario; lo meramente útil aun por moneda pequeña, es caro.
- Era propio de los mismos que causaban grandes males, el hacerlos cesar.
- Pues si alguno de vosotros, oh ciudadanos, hubiera dado crédito a lo que siempre estuve pronosticando y aconsejado, ni ahora temeríais a un solo hombre, ni en un hombre solo tendríamos nuestras esperanzas.
De Máximas dirigidas a su hijo:
"A su debido tiempo, Marco, hijo mío, te explicaré lo que encontré en Atenas sobre el mundo griego y demostrar qué ventajas pueden residir en sus escritos (aunque no debemos tomarlos demasiado en serio). Son un pueblo rebelde y sin valor. Toma esto como una profecía: cuando los griegos nos cedan sus obras nuestro mundo se corromperá, al igual que si envían a sus médicos aquí. Han jurado matar a todos los bárbaros con sus medicinas y cobran recompensas por hacerlo a fin de que trabajen de forma más eficiente. Los griegos por supuesto nos consideran bárbaros además de sucios oscos. Te prohibo ser jamás atendido por uno de ellos".
Catón.